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viernes, septiembre 12, 2008

Y resulta que no era culpable

Al estudiar a los reyes de nuestra historia los identificamos primero por su nombre y segundo por el número que se les asigna dado que los nombres se repetían continuamente y por si esto fuera poco, se les solía añadir un apodo que era el que mejor definía su personalidad, destacando las características o cualidades del mismo.

A Jaime I se le puso como apodo El Conquistador y no hay duda de que lo fue en dos campos bien diferentes. En el primero, como rey, este apodo se le otorga con orgullo queriendo reconocerle su gran labor de conquista en todas las luchas contra los musulmanes, conquista Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, Valencia, Murcia… y no es que él mandara a otros a conquistar, no, él iba en primera línea, así que ese apodo real le fue concedido por méritos propios.

El otro campo en el que figuró como Conquistador también lo merecía por méritos propios aunque no creo que fuera como para sentirse tan orgulloso pues llevaba implícita la infidelidad y esto no deja de ser un defectillo, se casó dos veces pero fue infiel muchísimas más. No hay duda de que las mujeres le adoraban a pesar de que sabían que no les era fiel y que se liaba con la primera que se le cruzara, pero eso si, cumplir cumplía y contribuyó al aumento de la población creando una gran familia numerosa.

Empezó pronto, a los trece años y una vez armado caballero, se casó con Leonor de Castilla con la que tuvo un hijo, Alfonso. El matrimonio fue anulado por ser parientes. Su segundo matrimonio fue con Violante de Hungría, de la que todos dicen que estuvo muy enamorado y con la que tuvo nueve hijos. Pero revoloteando entres estos dos matrimonios hubo una larga lista de amantes entre las que se encuentran las siguientes: Elo Álvarez cuando sólo tenía dieciséis años; la duquesa de Urgell, Aurembiaix, que desde niña había sido destinada para casarse con él pero que lo único que llegó a lograr fue un matrimonio morganático, válido desde el punto de vista jurídico pero no sacramental; a pesar de tanto amor que decía sentir por su esposa Violante, no dejó de serle infiel con Blanca de Antillón con la que tuvo un hijo; y poco antes de la muerte de su esposa Violante vuelve a las andadas y se lía con Guillerma de Cabrera; la relación más duradera fue la que tuvo con Teresa Gil de Vidaura, es posible que ya existiera antes de casarse con Violante y volvió a tener relaciones con ella después de quedarse viudo, con ella tuvo dos hijos, pero también se cansó de Teresa y la cambió por Berenguela Alfonso.

Es muy posible que hubiera unas cuantas más porque con tanto viajar a Mallorca, a Formentera, a Ibiza, a Murcia…. seguro que se buscaría alguna otra para sus ratos de ocio entre batalla y batalla. Si se le hubiera juzgado entonces por infiel y mujeriego, cosa del todo improbable ya que por un lado era el rey y por otro que el ser mujeriego era casi sinónimo de machote, se le hubiera declarado culpable, pero “hete ahí” que hace unos días saltó al aire la noticia de que unos científicos suecos encontraron un gen, concretamente el alelo 334, que es el culpable directo de las infidelidades masculinas, ya que se encarga del receptor de la arginina vasopresina que es una hormona básica y que está presente en el cerebro de la mayoría de los mamíferos.

Estos científicos hicieron un estudio que duró cinco años, tomando como conejillos de indias a más de mil parejas con el resultado de que los hombres con el alelo 334 afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y éstas reconocieron que no estaban muy satisfechas con sus maridos y los que tenían doble ración del susodicho alelo, tenían muchas crisis de pareja y sus esposas estaban más que insatisfechas.

Así que si antes los hombres ponían todas las excusas imaginables para explicar su comportamiento infiel, ahora si este descubrimiento se da por bueno, ya no tendrán que mentir más ni inventarse ningún cuento chino, sencillamente mostrarán su cartilla sanitaria en la que figurará en letras bien visibles “soy portador del alelo 334” lo que les exculpará de cualquier conquista extramarital.

Por lo tanto, ni Jaime I ni ningún otro marido infiel puede ser condenado por este motivo ya que no es culpable de que el tal alelo anide en su cerebro pues viene de fábrica. Sería conveniente que si una mujer busca pareja y quiere que le sea fiel, exigiera un estudio de los genes del candidato para comprobar que no está “alelado”·

Este estudio habla de la relación del gen y la inestabilidad masculina en la vida de pareja, y una pregunta me asalta de pronto: ¿qué gen tienen las mujeres infieles? porque haberlas haylas.

29 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ahora no lo leí, me voy zumbandoooo.

Ya paso con paciencia ;-)


Ta luegos.

septiembre 12, 2008 12:00 p. m.  
Blogger Ligia said...

Ja, ja, muy bueno, Leo. A lo largo de la historia hemos conocido muchas infidelidades tanto de hombres como de mujeres. Yo también me hice la pregunta cuando leí lo del informe sobre el gen de la infidelidad. La deducción que saqué es que en las mujeres no es genético, sino que siempre seremos culpables por méritos propios. ¡Qué raro! Abrazos

septiembre 12, 2008 12:37 p. m.  
Blogger Charles de Batz said...

Difícil nos lo pones para darte una respuesta. Ahora bien, seguramente a partir de este momento es muy posible que para oficiar cualquier matrimonio, se pida además de libros de familias y otros papeles varios, un análisis genético de los contrayente por si las moscas...;-)

Salud

septiembre 12, 2008 1:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola amada amiga, solo dos palabras desde el Paraiso.Ya te leeré y contaré. Para que veas que me acuerdo de ti a miles de metros cuadrados.Besos Carolina

septiembre 12, 2008 8:17 p. m.  
Blogger Meigo, aprendiz de Druida said...

Pues no sabia yo esas cosas. Pero mira al rey que espabiladillo que te era. Es que el guerrear cansa mucho y hay que relajarse.
TEma complejo el de la infidelidad porque, siempre crei y no se si sera el gen ese o no, que por naturaleza el hombre y la mujer somos infieles. Otra cosa es ser traidores o mentirosos.
Besos y rosas.

septiembre 13, 2008 10:44 a. m.  
Blogger almena said...

jajajajaaaa vaya, vaya, así que era "el alelo"... alelada me dejan a veces los científicos

;)

Besazo, Leodegundia!

septiembre 13, 2008 12:49 p. m.  
Blogger Azusa said...

Me ha encantado como mezclas dos historias en principio tan diferentes: una tan antigua como la del "conquistador" y la del estudio reciente sobre la infidelidad masculina. La verdad es que yo me hacía la misma pregunta que tú, me gustaría saber que tienen las mujeres para excusarse (parece que estos estudios los hacen sólo hombres)

septiembre 13, 2008 12:55 p. m.  
Blogger Mityu said...

¿No haría mejor la comunidad científica en guardar respetuoso silencio por su propio bien en algunas ocasiones?
Con las cosas que se necesitan de ellas y no publican...
Un abrazo.
Esta vez soy yo la que viene a desearte buen fin de semana.

septiembre 13, 2008 1:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ahora sí que lo leí con tiempo y me reí un rato.
Una vez más has demostrado tu capacidad para unir temas.
Por cierto yo siempre pensé que estar "alelado/a" era otra "cosa" ;-), fíjate lo que cambia una letruca de nada, te dejo la definición de la RAE :

lelo, la.

(Voz expr.).


1. adj. Fatuo, simple y como pasmado.


Pasmao precisamente no estaba el Jaume, no crees?

Abrazos de finde.

septiembre 13, 2008 7:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

En aquellos tiempos los cuernos eran algo habitual, la erótica del poder hace inevitable las infedilidades.
Un saludin de un mañico

septiembre 13, 2008 11:28 p. m.  
Blogger Sofía Campo Diví said...

LO del gen de la infidelidad seguro que lo ha inventado algun hombre para justificarse. Qué morro que tienen. Un saludo

septiembre 14, 2008 7:44 p. m.  
Blogger Tawaki said...

Creo que no se puede comparar la infidelidad de hoy con la de los siglos pasados, cuando llegaba incluso a estar bien visto tener amantes. Después de todo, el matrimonio no era sino una forma de conquistar poder y prestigio.

Con gen o sin él, se supone que somos "inteligentes" como para respetar las reglas que nosotros mismos nos hemos impuesto. Al final, la infidelidad no es sino una cobardía.

Un abrazo.

septiembre 15, 2008 9:48 a. m.  
Blogger @Intimä said...

Recibí el otro día un power point sobre el trato de la mujer a lo largo del tiempo, y desde luego es sorprendente, tanto como lo que acabo de leer.
Besitos.
Pd: Si puedo te lo enviaré.

septiembre 15, 2008 11:08 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Últimamente, casi todas la investigaciones científicas giran en torno a la genética y me llama la atención que a la hora de hacer públicos determinados descubrimientos, indefectiblemente surge la expresión: gen responsable de tal o de cual. Como si usar el paradigma genético para encontrar un único responsable nos proporcionara una visión completa e inamovible del origen de nuestros males o comportamientos. Todavía no sabemos que elementos de ese comportamiento humano puedan ser heredados y cuales aprendidos, pero si llegáramos a la conclusión de que el gen manda y el ser humano no puede resistirse a su destino, sería una explicación además de reduccionista demasiado socorrida. Y por mucho que los seres humanos compartamos genéticamente con los ratones de campo o con las moscas cojoneras, en los humanos la influencia ejercida por los factores sociales como la atracción por el riesgo, el poder o la personalidad de cada individuo tienen mucho más que ver con que él o la infiel no nacen, se hacen… puede que como Jaime el conquistador se fuera haciendo de acuerdo a sus intereses y “necesidades”… que vista la lista de conquistas no se le puede negar que no fuera fiel,.. fiel a si mismo, quiero decir.:o)
Un abrazo

septiembre 15, 2008 12:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No te preocupes Leo, que todo llegará:):)

Ahora llegará el turno de investigar los genes femeninos, a ver qué sorpresa nos deparan:):)

No sé, quizá esto sea cierto, pero a algunos les va a venir de perillas. Pienso que pueden usarlo incluso para la hora del divorcio, como atenuante.

Besos

septiembre 15, 2008 8:03 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

es tan común que creo que no se ha de considerar una rareza, sino casi una norma general

por eso creo también que debería tolerarse abiertamente

s

septiembre 15, 2008 10:24 p. m.  
Blogger Alyxandria Faderland said...

Bueno, por lo menos seria mujeriego, culpa del gen, pero no mato a ninguna como Henry VIII que se deshizo de Anne de un certero espadazo para que pasara la proxima. La pobre tuvo que cargar con la nefasta fama de ser seductora, zorra, ambiciosa, intrigante, asesina serial detras del trono, y casi como una joda despues de todo esto, de puta. Se las banco todas, hasta perder la cabeza por su hija, que fue lo que el que nada tenia de machote de su marido esperaba de un hijo.

septiembre 16, 2008 2:33 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Uyy, era la excusa perfecta que los hombres esperaban: "y bueno, querida... es que tengo el alelo".
Seguro que el estudio lo hicieron hombres. Y encima salen beneficiados, ellos si lo hacen es por un alelo y nosotras como no se descubrió que lo tengamos seremos simplemente unas p..., jajaja.
Besosss, Leo. Siempre me asombrás con tus posts tan interesantes.

septiembre 16, 2008 4:46 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Xana – Ven cuando quieraaaaaaas.

Ligia – Yo no se si estos estudios los hacen de forma seria o sólo quieren que se les preste atención, lo que si se es que si hay hombres infieles a sus parejas, también hay mujeres infieles a las suyas, :-) porque no creo que los hombres coqueteen, y lo que puedan, sólo con mujeres desparejadas ¿no?.

Charles de Batz – ¡Hijo mío!, cuando se está enamorado no valen razones, ni siquiera las genéticas, :-) me temo que la única solución es separarse después poniendo precisamente como excusa la infidelidad.

Carolina – Te felicito por estar en el Paraíso y te doy las gracias por acordarte de mi.

Meigo, aprendiz de druida – Jaja, la infidelidad no es cosa nueva, casos hay a lo largo de la historia, lo que no se es si el alelo ese es el culpable o simplemente que el ser fiel no se cotiza nada.

Almena - :-) Tienes razón, ahora con tanto descubrimiento genético ya nadie es culpable de nada porque siempre hay un gen que cargue con esa culpa.

Azusa – Tranquila hijina que ya nos darán a nosotras también un gen alelado o no para que nos sirve de excusa.

Mityu – No se si este tipo de estudios vale para algo, yo diría que no, en mi opinión los científicos mejor se entretenían en otros estudios más interesantes para mejorar la salud humana que buena falta hace.

Xana – Jaja, no hace falta quitar ni poner una letruca, alelado dice el diccionario que es persona lela y lela ya explicas tú lo que es. Pero aquí, en mi diccionario particular, y por eso lo puse ente comillas, es la persona que tiene un alelo, por lo tanto si tiene un alelo, ¿cómo está?, pues alelado. Algunos pueden disfrutar de las dos definiciones para si solitos.

Javier - ¡Hay mañico! y ahora lo mismo, los cuernos son algo habitual y la erótica del poder no es compatible con la fidelidad.

Sofi – Puede que parezca así en un principio, pero me temo que los hombres no necesitaban más disculpas, el repertorio del que disponen es suficientemente amplio.

Tawaki – Puede que hoy de boca para fuera no esté bien visto pero eso no impide que las infidelidades sean habituales y en cuanto a respetar las reglas, pocas se respetan y no sólo en el tema de la fidelidad, poner ponemos muchas, pero luego viene Paco con la rebaja y nos saltamos la mayoría.

Darilea – No hay duda de que la mujer no fue bien tratada a lo largo de la historia de la humanidad, pero si queremos ser justos ¿cuánta culpa tienen las propias mujeres?.

Marian – Tienes mucha razón, cuando nos conviene nos agarramos a los genes y nos convertimos en meros animales irracionales y no nos damos cuenta de que entonces ¿en dónde radica esa diferencia de seres superiores que nos tenemos tan creídos que saben pensar y tomar sus propias decisiones? si los genes nos dominan, ¿en dónde está la superioridad?.

Trini – Jaja, Trini, yo no me preocupo, el que quiera ser infiel que lo sea y el que se lo consienta pues allá él, pero no dejará de ser curioso el estudio que hagan del gen de la infidelidad femenina.

Amor es libertad – Bienvenido a mi casa.
Estoy de acuerdo en que es muy común pero lo de tolerarse abiertamente eso queda a criterio de cada pareja.

Alyxandria faderland – Bueno, eso no lo se, noticias no tengo de que matara a ninguna, pero es que el caso de Enrique VIII es especial.

Julia (misceláneas) - :-) Supongo que si ellos tiene un alelo, las mujeres tendremos cualquier otra cosa similar ¿o es que vamos a tener menos genes que nos absuelvan?

septiembre 16, 2008 6:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas noches Dra Leodegundia has creado un paralelismo entre la Edad Media y la Edad Cibernética. Las dos exactamente iguales. Antes a las relaciones extramatrimoniales del hombre se les llamaba cuernos, (y ahora también. ¡Cucha esta¡)los pobrecitos con tantas guerras acababan exhaustos y necesitaban relajarse, luego las consecuencias las emparedaban, además era la única distracción que tenían y para más INRI no había médicos que se inventaran palabros para entretener a los clientes, cuando decían me lo cargo, no dudaban, se lo cargaban, nada de siglas. O decían usted tiene un empacho de DA.RIO x

Se me olvidaba, antes de irse a "la guerra" el cinturón de "seguridad" de hierro forjado de Cristian Dior o de Pierre Cardine Y no presumían nada las señoras.

Si no tenían abrelatas como... me imagino que con un berbiquí sería suficiente.


Ahora no hay revista o diario en la que no aparezcan numerosísimas, como ADN, GEN, EP, CM, las feromonas, me parece que me voy por las ramas, me paso al otro punto. Las personas de hoy en día utilizan los mismos medios, pero en vez de decir te ponen los cuernos, palabra muy burda, pero natural, ahora dicen: lleva unos ciber que llegan a la luna, ya que son etéreos.

En el ciber- diario 20minutos.com, aparecía, digo aparecía porque fue en un plis plas, un artículo muy interesante sobre el ciber sexo .Decía más o menos así: Si todos los hombres y mujeres se unieran en un orgasmo huniversal, el mismo día y a la misma hora bajo la protección y estación de la luna, se acabarían las guerras y el hambre en el mundo.

A nosotras nunca nos pueden decir que estás alelada 334, nosotras aladas que quiere decir hermosas, tiernas,ruburosas pero jamás lelas. Un abrazo Carolina.

PD.-He disfrutado como un marranillo en un charco.Mu gueno si señor, muy gueno

septiembre 16, 2008 11:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Aragonés, con el "alelo 334" (3 pasitos palante, 3 patrás, cuatro a la derecha y zás a la cama), si además llevaba una garrota hecha de roble, ¡¡menuda!! combinación.
Un saludo

septiembre 17, 2008 8:45 a. m.  
Blogger celebrador said...

Bueno, la tradición monárquica más exquisita lo exigía (exige) así

¿Hablamos de nuestro Rey?, uy no, ya me libraré como de mearme en la cama, ¡o aun más!

septiembre 18, 2008 2:46 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Una buena solución sería que´se casaran entre sí "alelados y aleladas", de esa manera ninguno tendría queja. Me ha encantado este post. Aparte de que Jaime I es casi un mito aquí en Valencia, me cae bien el chaval. Y bueno, los conquistadores siempre gustan. Así nos luce el pelo a nosotras... Buen fin de semana, querida leo.

septiembre 19, 2008 9:22 p. m.  
Blogger BOIRA_A said...

Buen articulo my muy bien ligado un asunto con otro, el historico y el cientifico.

No se le pueden negar a Jaime I ninguno de los dos "conquistadores" aunque para mi, se dedico tanto a esos menesteres que se desvinculo mucho de otros, que eran mas importantes para el gobierno de sus reinos, su odio a todo lo aragones en favor de otros de sus estado, le hacen ser el mas antiaragones de todos los Reyes, 21 en total, que ha tenido Aragón

Me ha gustado el articulo

septiembre 20, 2008 5:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La historia de Jaime I de sus infidelidades no la sabía bien, pero tampoco me suena raro. Al igual que tu también me gustaría saber que gen tienen las mujeres infieles.

Un saludo

septiembre 21, 2008 11:24 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pobre gen, tanto tiempo esperando ser descubierto para que ahora le hagan cabeza de turco de todas las infidelidades masculinas del planeta.

septiembre 22, 2008 3:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Infidelidad un defectillo??

septiembre 24, 2008 7:56 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Carolina – La historia siempre tiene relación aunque los sucesos estén separados por muchos años, date cuenta que el género humano no cambia, así que los defectos y las virtudes son siempre los mismos, sólo cambia el decorado.

Unjubilado – Este rey sería aragonés, pero tiraba más para Cataluña, así que los pasitos siempre los daba en esa dirección.

Amigoplantas – La infidelidad no es patrimonio de la realeza, si tomé a este rey como ejemplo fue más bien por su apodo que venía muy bien a cuento.

Isabel romana – Esto de la infidelidad me temo que está al orden del día y aunque aquí se trata de la de los hombres por ser ese el estudio que se hizo, las mujeres no les van a la zaga.

Boira_a – Bienvenida a mi casa.
Estoy de acuerdo contigo pero no fue el único rey aragonés que para lo único que se acordaba de Aragón era para pedir dinero para sus empresas y aunque yo no soy aragonesa, créeme que siempre me molestó un montón, pienso que Aragón se merecía un trato mucho mas digno.

Bardinda – Bienvenida a mi casa.
Pues sobre los amores de Jaime se escribió bastante después de todo es quizás uno de los reyes más conocidos :-) y ya se sabe, cuando se logra la fama toda la vida queda al descubierto, lo bueno y lo malo.

Muyerina – :-) Mi querida muyerina, tú siempre pones la guinda al pastel, todo el mundo dándole al tema de las infidelidades de Jaime y tú te compadeces del pobre gen que quizás a estas alturas hubiera preferido no ser descubierto.

Berenguela – Bienvenida a mi casa.
:-) Supongo que te habrás dado cuenta que la palabra “defectillo” sólo estaba usada en plan de broma, en realidad para mi la infidelidad es algo que no perdonaría nunca.

septiembre 25, 2008 9:11 a. m.  
Blogger Antonio J. Muñoz said...

Estás a punto de arruinarles el negocio a los alelados con el gen nº 334, pues si todas las mujeres tuviesen conocimiento de esto, estos alelados, no ligarían nada...

Muy interesante este documento.

octubre 06, 2008 5:27 PM

octubre 06, 2008 5:30 p. m.  

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