Mi foto
Nombre:

jueves, enero 04, 2007

Invento singular

Cuando la necesidad aprieta es cuando se echa a volar la imaginación para encontrar la solución a los problemas y así es como nacen muchos de los inventos, unos tienen éxito y otros quedan relegados al olvido por diversos motivos: demasiado costosos, demostración de su ineficacia, por lentitud en su desarrollo, etc.etc.

Entre los que fueron relegados se encuentra el portaaviones de hielo. No se si alguno de vosotros habrá oído hablar él, yo en realidad hace poco que supe de su existencia o mas bien de su “casi existencia”.

A los americanos ya se les había ocurrido utilizar hielo, concretamente iceberg para dañar los puertos alemanes, el proyecto consistía en enviar barcos al Polo Norte para que arrastrasen esos enormes bloques de hielo hacia las costa alemanas procurando dejarlos a la deriva para que fueran empujados por las corrientes marinas hacia las instalaciones portuarias. La idea no era muy brillante, así que pasó a mejor vida, pero los ingleses la retomaron con un uso bastante diferente.

A mediados de 1942 los alemanes estaban en posición de hacerles la vida imposible a los Aliados pues sus submarinos obstaculizaban el tráfico de mercancías y armamento entre Estados Unidos y Gran Bretaña y a pesar de que los ingleses disponían de una excelente fuerza aérea, la falta de portaaviones o de aeroplanos de largo alcance hacía imposible la localización y hundimiento dichos submarinos.

Estudiada la capacidad aliada para construir esos portaaviones tan necesarios, se llegó a la triste conclusión de que tanto el hierro como el acero del que podían disponer eran insuficientes, por lo que era necesario buscar otro material fácil de obtener y aquí fue en donde a un científico inglés llamado Geoffrey Pyke se le encendió una lucecita en su cabeza y dijo: ¡Eureka, ya lo tengo, pistas de aterrizaje de hielo!.

Al principio parece que el único que estaba contento con la idea era el científico, los demás no lo veían claro, pero como no tenía otra cosa Churchill ordenó iniciar los estudios preliminares y mientras Goffrey y sus coleguillas se pusieron manos a la obra, los demás se pusieron a pensar en un nombre a este proyecto pues como ya se sabe, todo proyecto tiene que ser bautizado debidamente.

Tiraron de Biblia y decidieron llamarle “Habacuc”, ¿por qué? pues porque ese era el nombre de un profeta que había escrito un libro que forma parte del Antiguo Testamento y que en el versículo 5 del primer capítulo figura esta frase atribuida a Yahveh: “Mirad a las naciones y ved, y quedareis sobrecogidos y estupefactos, pues está para cumplirse en vuestros días una obra que, si os la contaran, no la creeríais”. La verdad es que fue bien elegida pues para quedarse estupefactos era lo del portaaviones de hielo.

La cosa empezó por la captura de icebergs en el Atlántico Norte y ahí surgió el primer problema, a pesar de su poderosa apariencia, no soportaban el peso de los aviones. De nuevo hincaron los codos para pensar en la solución y recurrieron al hielo artificial lo que resultó aún peor porque era más quebradizo. El tiempo iba pasando sin que se encontrara la solución así que se pensó en dar por terminado el asunto, pero desde América les llegó un nuevo aire de esperanza, en un instituto de Estados Unidos habían descubierto la forma de endurecer el hielo hasta extremos que nadie hubiera podido pensar, incluso se lo podía trabajar en un torno como si fuera una pieza de acero y la clave era tan sencilla y tan barata como añadir un 14% de serrín al agua mientras esta se congelaba. Y como todo debe de ser bautizado, a este hielo especial se le dio el nombre de pykrete en honor a Geoffrey Pyke, utilizando las primeras letras de su apellido y las últimas de la palabra concrete que significa hormigón en inglés.

Como todo invento que se precie, hay que llevarlo a cabo en el mas absoluto secreto, por eso de los copiones, así que los ingleses decidieron llevarse bajo el brazo su proyecto a Canadá en donde no falta ni el agua ni la madera para el serrín y los primeros prototipos fueron botados en el lago Corner Brook en Terranova, lugar en el que la temperatura se mantenía muy baja, ideal para mantener el nuevo hielo en perfectas condiciones.

Por un lado se hacían las pruebas con el hielo y por otro el diseño del portaaviones. Sus paredes tendrían doce metros de grosor y su peso más de dos millones de toneladas; su forma sería la de un portaaviones convencional con una pista de seiscientos metros de longitud y casi cien de anchura, capaz de albergar unos doscientos aviones de caza o cien bombarderos. La tripulación estaría formada por 3.500 hombres aproximadamente.

El siguiente problema a resolver era como evitar que el hielo se fundiese y lo resolvieron con una red de tuberías refrigerantes para mantener los quince grados bajo cero y además el hielo iría recubierto por un tejido impermeable para evitar la pérdida de agua. El proyecto se presentó en Québec en una reunión prevista entre Franklyn D. Roosevelt y Churchill. la reacción de los presentes en dicha reunión al ser presentado el proyecto fue de asombro y de incredulidad pues la cosa sonaba a tomadura de pelo, pero Lord Mounbatten tenía preparado un numerito de exhibición para convencer a los más reacios y que consistió en lo que sigue. Mandó venir a un auxiliar que entró en la sala con un carrito de bebidas cubierto con una tela, al retirarla todos pudieron contemplar dos barras de hielo de un metro de longitud cada uno lo que produjo ciertas risitas que se congelaron rápidamente y no por el hielo presente, si no porque otro auxiliar sacó de la mesa un hacha.

Lord Mounbatten retó a los presentes a que alguien partiera los dos bloques de hielo con el hacha y claro, con lo grandones que son, fue un corpulento general americano el que se presentó voluntario. Blandió el hacha y de un golpe partió el bloque de hielo convencional, aplausos y felicitaciones varias. El general todo ufano blandió el hacha de nuevo y la descargó con toda su fuerza sobre el bloque de pykrete, la herramienta rebotó violentamente dislocando los dos codos del general mientras la barra de hielo se quedó tan ancha sin un rasguño. Pero la puesta en escena del producto no había terminado, el Lord sacó su revolver y disparó contra la barra de hielo que siguió sin inmutarse mientras todos se ponía a cubierto porque la bala rebotó yendo a parar a una de las paredes no sin antes rasgar el pantalón de un mariscal de la RAF.

Después de este numerito ya no quedaba escépticos y todos apoyaron el proyecto, pero terminada la reunión, su presentador y más entusiasta defensor fue nombrado comandante supremo en la guerra contra Japón y se machó a Oriente. Asi y todo se siguió adelante aunque con más lentitud y con menos medios y por si eso fuera poco, la industria de Estados Unidos estaba produciendo cada vez mas barcos y aviones al tiempo en que los problemas para conseguir hierro y acero eran cada vez menores.

De todas formas en marzo de 1944 un Habacuc de bolsillo de dieciocho metros de largo y nueve de ancho y un desplazamiento de mil toneladas conseguía navegar por el lago Patricia en el parque Nacional Jasper en Alberta (Canadá) disfrazado de casa flotante, por si algún espía andaba cerca, pero pese al éxito de los ensayos el proyecto estaba a punto de perecer ya que los técnicos necesitaban todavía de un par de años y la marcha de la guerra no podía esperar tanto, además el tema económico también tuvo su peso en la decisión, se calculaba que el coste final del portaaviones de hielo sería de setenta millones de dólares que como se podría decir, se salía con mucho del presupuesto.

Al final, este pequeño portaaviones de prueba se mantuvo a flote durante el verano gracias a su sistema de refrigeración, pero luego se dejó que se fundiera permitiendo que los restos metálicos se fueran al fondo en donde aún hoy los submarinistas que se sumergen en el lago Patricia pueden observar lo que queda del Habacuc y de aquella “obra que no creeríais si se os contara”.

34 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que maravilla de historia, como siempre las que leo por aquí Leo. Tenía mucho tiempo sin visitar, he estado muy ocupado en el trabajo pero al final las cosas han salido bien y ya tengo más tiempo libre como antes, que además, por saluud debo tener. Me da gusto encontrar historias increibles aquí, como siempre. Te mando un abrazo enorme.

enero 04, 2007 9:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ayssssssssssssssssss, qué bien lo cuentas, chica. Un beso

enero 04, 2007 10:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hija mía eres un filón de conocimientos, no tenía idea de todo lo que tan bien nos has explicado, eres una fuente de sorpresas, sabes de todo y lo cuentas tan bien que yo me imaginaba al grandón dando el mazazo al hielo, que te parece?

Es un poco tarde pero me quedaría en tu mesa camilla escuchando tus relatos encantada.

Abrazos amiga.

enero 05, 2007 2:56 a. m.  
Blogger Mayte said...

Me gusta mucho como nos adentras siempre en temas que suelen ser "pesados", los haces aún si cabe, más interesantes.

Un biko y buen fin de semana!

enero 05, 2007 3:40 a. m.  
Blogger schatz67 said...

Hola Leo,

De a pocos te vas convirtiendo en una suerte de versión femenina de Asimov en Asturias.Me encantan tus artículos de divulgación y el tratamiento coloquial que le das a temas que podrían tornarse complejos.

Terminar de leer tus posts no solo lo deja a uno con la satisfacción de haber conocido algo nuevo e interesante.Nos deja con la curiosidad de saber que vendrá más adelante.

Un abrazo

Schatz

enero 05, 2007 5:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues si no es porque me lo cuentas tú y de ti me fío, jamás hubiese creido esto, es la primera noticia que tengo y te confieso que mientras la he ido leyendo, en ningún momento ha dejado de parecerme una locura...
Tus posts siempre me sorprenden

Besos

enero 05, 2007 8:18 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Excelente artículo, Leo. Es interesante y curioso ver cómo se desarrollaron ingenios militares casi de ciencia ficción. Creo que también se proyectó un submarino de hormigón (y funcionaba). La mayor parte de ellos, eran de muy limitadas aplicaciones y maniobrabilidad. De haber sido propuestos en tiempo de paz, a Pyke le hubieran regalado un cucurucho de papel para que se lo pusiera en la cabeza, pero Lord Mounbatten, además de buscar una alternativa para la carencia de materiales, soñó con la posibilidad de descolocar estratégicamente al enemigo. Imagina un submarino alemán, que de pronto alza el periscopio y contempla toda una Armada de hielo... cuando menos espectral y desconcertante ¿no?, dado el secreto con el que se desarrollaron las investigaciones. Semejante nevera ambulante, estaría dotada de unos gigantescos tanques de agua superenfriada por debajo de 0º C en estado líquido que rociada a discreción, dejaría petrificado el objetivo.
Pyke no se desilusionó mucho tiempo porque siendo inviable ese proyecto, concibió un proyecto tan original como esa nave témpano. Un proyecto para construir una tubería desde Birmania a China. A través de ella, pretendía mandar soldados, tanques y armas impulsados por aire comprimido, para ayudar a Chiang Kai-shek a derrotar al ejército japonés.
Que digo yo, que es una lástima utilizar tanta imaginación para fines bélicos, aunque no niego que algunos, por ejemplo el helicóptero, presten servicios tan importantes como los de rescate.
Vaya, hoy si que me he “enrollao”.

Un besín, reina

enero 05, 2007 9:36 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Diego – Veo que el nuevo año empieza bien para mi casa pues volviste de visita y eso es muy grato y además por lo que dices las cosas a ti también te están saliendo bien, así que hay que celebrarlo por partida doble.

Ogigia – Esto sólo es una charla distendida entre amigos.

Niebla – Hasta hace poco yo tampoco había oído hablar de este invento, :-)) pero metiendo la cabeza en los libros te enteras de muchas cosas que luego puedes contar a los amigos.

Azul – Este mundo está lleno de historias que muchas veces parecen increíbles y creo que está bien que nos enteremos de ellas.

Schatz67 – Jaja, bueno, supongo que Asimov se inventaba él solito historias fantásticas, yo sólo me limito a contar las ideas que otros tuvieron. Y en cuanto a saber que vendrá más adelante ni yo misma lo se pero tendré que aplicarme si quiero tener algo que contar para la próxima semana.

Trini – Si, se puede considerar una locura pero estuvo a punto de llegar a ser una realidad, pero la falta de tiempo y los dinerillos lo impidieron.

Marian – Supongo que con lo de los submarinos de hormigón te referirás a unas barcazas submarinas de hormigón ideadas por los alemanes para la invasión de Inglaterra que tenían un sistema de locomoción que les permitía arrastrarse por el fondo del mar; en cada una se podrían transportar un centenar de hombres o un par de carros blindados. A estas barcazas se les dio el nombre de “cocodrilos de hormigón” y si no estoy confundida tuvieron tanto éxito como el portaaviones de hielo.

enero 05, 2007 7:47 p. m.  
Blogger almena said...

Qué curioso todo, Leodegundia. Todo nuevo para mí. ¡Me ha encantado leerlo!

un abrazo
(que los Reyes sean muy generosos contigo)
:)

enero 06, 2007 2:09 a. m.  
Blogger Matías Zelick said...

Pues mira que ahora se hacen casas, hoteles y museos de hielo, asi que la idea al menos tuvo repercucion en algo... jajaja.
Te mando un saludo Leo, estoy de regreso, otra vez.

enero 06, 2007 2:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya veo que MARIAM se me ha adelantado en la impresión que me produjo el leer tu escrito, fabuloso como siempre, y es lo que ganaría la humanidad si esos cerebros "privilegiados", con ideas tan "sorprendentes (más que increibles)", se pusieran a trabajar en proyectos constructivos, en lugar de destructivos.

Así es el ser humano.

Por ser el día de los reyes magos, a mi habitual saludo le añado hoy un beso.

Pues eso: saludos, y un beso.

enero 06, 2007 11:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Fé de erratas.

MARIAN, por MARIAM.

Propaganda: hace unos días se ha inaugurado en Riveira el Ateneo Valle-Inclán, del que me han nombrado vocal para asuntos marítimos e pesqueiros (o algo parecido); se puede encontrar en Riveira.net/barplaza/, o en barplaza.com.

Por suerte para los que padezcan del corazón, yo no salgo en ninguna foto. jejejejeje

Saludos, y más besos.

enero 06, 2007 11:47 a. m.  
Blogger mixtu said...

interessante...

la necessidad hace el obra...

beijinhos

enero 06, 2007 12:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Leo, voy a poner los enlaces en mi blog, me gustaría que me dijese si quieres que te ponga.
La historia la tendré que leer con más pausa.
Gracias

enero 06, 2007 6:24 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Leo me has dejado hecha polvo, no tenía ni la mas remota idea del Habacuc, me has hecho leer hasta la Biblia, de lo que no me arrepiento porque he aprendido una cosa muy curiosa de historia y a la vez, ver hasta donde puede llegar el ingenio logístico del hombre, cuando fj cree tener una gran necesidad para su orgullo y provecho.
Besitos nina

enero 07, 2007 2:46 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Almena - :-)) Me alegro que te haya gustado la historia porque a los Reyes no les gustó como me porté y no me trajeron nada.

Matías Zelick – Este año parece que es bueno para mi casa pues muchos de mis antiguos lectores vuelven a visitarla y eso me resulta muy grato.

Batiola – La mayor parte de los inventos se suelen hacer en casos de emergencia y las guerras proporcionan muchos de ellos aunque el problema es que durante una guerra no suelen disponer de mucho tiempo.
Gracias por el regalo que añades a tu saludo habitual.
A tu segundo comentario de diré que no te escondas y nos quieras engañar, jaja, si te nombraron para un cargo tan especial claro que tienes que estar en la foto, así que canta marinero y dinos cual de los que están en las fotos eres tú.

Mixtu – Eso es, la necesidad agudiza en ingenio.

Noa con las mujeres en la sombra – Creo que eres tú quien decide a quien pones, pero si me estás pidiendo permiso, permiso concedido.

Nina – Jaja, para que veas lo bueno que es venir de visita a mi casa, os pica la curiosidad e incluso leéis la Biblia, seguro que ahora no se te olvida quien era Habacuc.

enero 07, 2007 7:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desde luego, jamás me hubiera imaginado algo semejante...
Lo que es impresionante es la imaginación que se gastan esta gente a la hora de idear maquinarias y cacharritos que tengan que ver con quedar por encima frente al eventual enemigo.
Es decir, la realidad supera la ficción, bien pueden decirlo.
Excelente post, Leo.
Un abrazo!

enero 08, 2007 12:57 a. m.  
Blogger TICTAC said...

Fascinante!
Una historia de esas que parecen pura ciencia-ficcion...menos mal que la guerra termino' antes...jajajaja!!!
Increible, los desastres que hacen los hombres para solucionar guerras de por si ya desastrosas y sin que nos enteremos mientras ocurren...quien sabe cuantos mas proyectos escondidos existen ...!!
Que buen post!!

Feliz comienzo Leodegundia!! Que sea un año prospero y lleno de salud!!
Un abrazo!

enero 08, 2007 12:54 p. m.  
Blogger @Intimä said...

Leo genial como siempre.
A esto de los inventos mi madre siempre dice que le haría un monumento a quien inventase la lavadora.
Besitos Leo.

enero 08, 2007 1:02 p. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

Que interesante.

Infinitas gracias.

enero 08, 2007 4:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

"Obra que no creeríais si se os contara". Con esta premisa yo he empezado desde el final y he terminado conociendo parte de esta fantástica historia. Primeramente tu narración y después he ido hojeando El Libro de Habacuc, parte de la historia del premio Nobel de química Max Perutz, un poquito de Lord Louis Mountbatten, así como retazos de Winston Churchill.
Pero el Almirantazgo quería que la nave fuera lo suficientemente fuerte como para soportar las olas más grandes conocidas... También solicitaban que la nave fuera autopropulsada.
La aviación naval demandaba una cubierta 15 metros por encima del agua, de 65 metros de ancho y 650 metros de largo, para permitir el despegue de los bombardeos pesados...

El problema de instalar y controlar un timón de la altura de un edificio de quince pisos en la "nave témpano" nunca se resolvió y fué una de las asignaturas pendientes, por ello y alguna "cosilla más" el proyecto definitivo nunca se llevó a cabo.
Al principio pensaba que nos estabas tomando el pelo, y que era una pequeña broma, pero he visto que es totalmente real.
Un abrazo Leodegundia y gracias por tus conocimientos de ciencias que compartes con todos nosotros.

enero 08, 2007 5:44 p. m.  
Blogger carlitos said...

Yo también desconocía de eso, ahora entiendo quizá como es que hacen ese Hotel de hielo, quiza el problema no era que fuera de hielo el portaaviones si no que tendrían que tener zapatos especiales para caminar sobre la cubierta y no meterse un buen golpe.

Te dejo un fuerte abrazo Leo

enero 09, 2007 3:48 a. m.  
Blogger Azusa said...

A ver si ya me deja comentar...

Me ha gustado mucho, no tenía ni idea de esas "raras ideas" sobre portaaviones de hielo... Y tanto que es para no creérsela

enero 09, 2007 11:16 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Cris – Bueno, en la vida ya sabes que todo es una lucha aunque no sea en tiempos de guerra, así que imagínate a lo que se puede llegar cuando la necesidad y el tiempo apremian.

Tictac – No creas que este es el único invento que nos pueda parecer rarito, habrá otros muchos que algún día irán salido a la luz y aunque no se hayan llevado a cabo, nos servirán para pasar un buen rato.

Darilea – No creo que haya ama de casa que no le hiciera un monumento al inventor de la lavadora, será cosa de investigar quien fue y al menos le dedicaremos un artículo.

Torosalvaje – De nada.

Unjubilado - :-)) Amiguín lo que yo te hago estudiar, quizás ahora te parezca mucho pero algún día me lo agradecerás.
Jaja ¿Tomaros el pelo yo con lo seria que soy? de eso nada y en cuanto a mis conocimientos, de esto tampoco, sólo soy una ratita de biblioteca que le gusta investigar.

Carlos – Hace poco me mandaron unas fotos de un bar hecho totalmente de hielo, incluidos los vasos en que te sirven las bebidas, al entrar en él te proporcionan un anorak y unos guantes, pero me temo que como siga esto del calentamiento de la tierra desaparecerá pronto.

Azusa – Pues seguiré escarbando que seguro que hay más ideas raras que no está de mas que conozcamos.

enero 10, 2007 7:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una curiosisima historia, totalmente nueva para mi. Gracias por compartirla.

enero 10, 2007 9:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

!Que curioso!, me ha gustado todo: la historia en sí, el modo como la cuentas y las referencias que emanan de ella.

Como alguien que ha comentado antes que yo, he corrido a buscar esa cita de la biblia que mencionas... es increible el modo en el que el ser humano llega a decidir el nombre que dará a sus creaciones...

Salud

enero 11, 2007 6:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Hola Leo! Siempre es un gusto visitarte y leer tus artículos. Muchas gracias.
Que tengas un buen año. Besos y un fuerte abrazo. Cristina

enero 12, 2007 4:48 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Consumidor irritado – De nada, me encanta charlar de todos estos temas con los que me visitan.

Charles de Batz – Bienvenido a mi casa. Jaja, por lo que veo os hago correr a comprobar algunos datos, eso está bien. Si, la verdad, algunos se molestan bastante en rebuscar nombres para sus inventos o empresas, ¡mira que irse hasta la Biblia para buscar un nombre para este singular portaaviones!

Flores para ti – Me alegra que te haya gustado, un placer volver a verte por aquí.

enero 12, 2007 7:15 a. m.  
Blogger Edem said...

Vaya... dejo de venir aqui unos dias, por diversos motivos, y me encuentro historias como estas.
No volverá a pasar, creeme :-)
En eso, los britanicos se llevaban la palma en los inventos.
Algo tan sencillo como unos flotadores, por ejemplo, permitió a los britanicos desembarcar sus tanques en Normandia, el dia D, y acabar rapidamente con la guarnicion alemana.
A los americanos, les dieron para el pelo, solo porque pensaron que "por dios, hacer que flote un tanque con dos barcas de remos?". Resultado... algunos tanques americanos todavia siguen en Omaha.
O como resolver el llevar a cientos de soldados a posiciones ocupadas por el enemigo. Se utilizaron aviones sin motor.
Cosas sencillas que, después de echas parecen simples, pero que hay que pensarlas.
En cuanto a lo del hielo... bueno, es una extructura formada por cristales, no?. O eso trataron de explicarme en mi dura cabeza.
A una temperatura constante, su densidad es mayor que la de los metales... Me da que leyeron mucho a Julio Verne estos ingleses.
En una Isla Flotante hacia algo similar. Y en Robur el Conquistador, hacia aviones de... Papel concentrado!!.
Bueno, que me enredo. Un placer leerte, Leo...
Y gracias por tus respuestas en el blog, que nunca la doy.
Edem.

enero 13, 2007 12:55 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Edem - Tranquilo que yo publico sólo una vez a la semana, no tengo tiempo para más, así que nunca llegarás demasiado tarde.
Los ingleses son una gente bastante original, difíciles en el trato pero con una gran imaginación y además como tienen esa personalidad tan agudizada no les importa nada que los demás se lo tomen a broma, ellos tira para delante y así discurren a veces cosas que parecen increibles.
No tienes que dar las gracias, aquí somos un grupo de amigos que se reunen para charlas y pasarlo bien.

enero 14, 2007 6:17 p. m.  
Blogger Legabal said...

Una curiosa historia. Eso de endurecer el hielo con serrín es curioso. Me imagino a todas las super naciones echando serrín por la Antártida para retrasar el próximo deshielo. Esto es más preocupante pero seguro que más de uno tiene que ir buscando soluciones. Saludos.^.

enero 25, 2007 12:53 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Legabal - Pues me temo que ni con serrín se podría mantener el Polo helado si se sigue como hasta ahora. Esperemos que las soluciones lleguen pronto y sean mejores que la del portaaviones.

enero 25, 2007 7:33 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

hola! buscaba información, justamente, de este proyecto... planeo hacer un modelo a escala del barco de hielo para la feria científica que hacemos anualmente en mi colegio... y me encontré con este blog... y bueno, sólo pasaba para agradecerte, porque aportaste bastantes datos a la pequeña investigación que hago acerca de esto. Este tema, desde que lo vi en national geographic, me ha interesado mucho.... y bueno, esta página fue una de las primeras que me apareció, así que gracias ^^


saludillos!

marzo 11, 2007 6:57 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Clais - Me alegra saber que mi artículo te sirvió para tu trabajo y te agradezco que me lo hayas dicho.

marzo 11, 2007 7:44 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home