Mi foto
Nombre:

sábado, marzo 04, 2006

Místicos españoles



Yo toda me entregué y di,
Y de tal suerte he trocado,
Que mi Amado para mí
Y yo soy para mi Amado.


En esta soledad con Dios, culmina la aspiración que mueve al místico y ocasiona sus goces y desalientos. Y así lo siente Santa Teresa y lo expresa en sus poesías y en el relato de su vida que ella misma hace por mandato de su confesor:

“Quiere Dios por su grandeza que entienda esta alma que está Su Majestad tan cerca de ella, que ya no ha menester enviarle mensajeros, sino hablar ella misma con Él, y no a voces, porque está ya tan cerca, que en meneando los labios la entiende”.

“Querría ya esta alma verse libre; el comer la mata; el dormir la acongoja; ve que se le pasa el tiempo de la vida pasar en regalo, y que nada ya la puede regalar fuera de Vos; que parece vive contra natura, pues ya no querría vivir en sí sino en Vos”.

Teresa de Ahumada nació en Ávila, el 28 de Marzo de 1515. Desde temprana edad, quizás influenciada por la afición de su padre a la lectura, solía leer vidas de santos que causaron en ella una gran impresión, hasta el punto de que junto con su hermano Rodrigo, con el que compartía juegos y sueños, decidieron que deseaban convertirse en mártires para conquistar la gloria eterna y para conseguirlo abandonaron su casa para dirigirse a tierra de moros con las esperanza de morir por la fe. Su viaje fue corto, pues llegados a Adaja se toparon con su tío que rápidamente los devolvió al lado de sus padres. Esto no desanimó a Teresa que planeó construir en el jardín de su casa una celda para poder vivir como ermitaños, proyecto que también fracasó, pero desde entonces, Teresa empezó a amar la soledad.

La madre de Teresa murió cuando ésta tenía catorce años lo que la afectó en extremo y así lo cuenta ella misma: “Como yo comencé a entender lo que había perdido, afligida fuíme a una imagen de Nuestra Señora y supliquéla fuese mi madre, con muchas lágrimas. Paréceme, que aunque se hizo con simpleza, que me ha valido…..”

Por aquella época, ella y su hermano comenzaron a leer libros de caballerías y fue tanta su afición que así lo reconoció al escribir sobre su vida :” ….y apréciame no ser malo, con gastar muchas horas del día y de la noche en tan vano ejercicio, aunque escondida de mi padre. Era tan en extremo lo que en esto me embebía, que, si no tenía libro nuevo, no me parece tenía contento.” y dice además sobre lo mucho que le influían estos libros :”Comencé a tener galas, y a desear contentar en parecer bien, con mucho cuidado de manos y cabello y olores y todas las vanidades que en esto podía tener ...."

Este cambio tan drástico, llevó a su padre a tomar la decisión de internarla en el convento de las Agustinas de Ávila, en el que eran educadas las jóvenes de su clase. Año y medio después, cayó enferma y su padre la regresó a la casa y es allí en donde ella empezó a reflexionar seriamente sobre la vida religiosa que la llevaba a un gran desasosiego pues a ratos le atraía y a ratos le repugnaba. Para terminar de decidirse, fue a visitar a su amiga Juana Suárez, que era religiosa en el convento carmelita de la Encarnación, en Ávila y allí se quedó comenzando su vida como religiosa.

A partir de aquí, la vida de Santa Teresa no fue fácil, ni por su mala salud, ni por su carácter, prudente, amable y caritativo, pero que llegado el caso, sabía enfrentarse a las más altas autoridades civiles y eclesiásticas por eso, Richard Crashaw, poeta inglés y gran admirador de Santa Teresa, se refería a ella con los símbolos opuestos de “el águila y la paloma” y le dedicó uno de los himnos más famosos de la poesía religiosa en lengua inglesa: “El corazón en llamas”. Podía pasar de un misticismo que la llevaba al éxtasis, hasta una gran alegría, ya que no era amiga de gente triste. Decía: “Dios me libre de santos encapotados” y por eso recomendaba la alegría a sus monjas.

A pesar de su humildad, no dejaba de reconocer que físicamente era mas bien bella, por eso en una ocasión, cuando Juan de la Miseria traslada sin gran fortuna su imagen al lienzo, el comentario de la Santa al verlo fue: “Dios te perdone, Fr. Juan, que ya que me pintaste, me has pintado fea y legañosa”. Y refiriéndose a sus rasgos de carácter, ella misma se define así: No soy nada tierna, antes tengo un corazón tan recio, que algunas veces me da pena…..”

Sabida es que esta santa, tenía visiones lo que le proporcionó no pocos problemas pues las personas consultadas le advirtieron de que era víctima de los engaños del demonio aunque ella estaba persuadida de que sus visiones procedía de Dios. Esto la llevó a un estado de confusión que se agravó por las persecuciones a que fue sometida por las gentes que se empeñaban en creer que estas visiones eran cosa del demonio, pero en el relato que hace de su vida cuenta con todo detalle estas visiones y las revelaciones que le fueron hechas. Dicen que en algunos de sus éxtasis llegó a elevarse hasta un metro y después de una de ellas escribió esta poesía:

Vivo sin vivir en mí,
Y de tal manera espero,
Que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí,
Después que muero de amor;
Porque vivo en el Señor,
Que me quiso para sí.
Cuando el corazón le di
Puso en él este letrero:
Que muero porque no muero
……………………………


Uno de los grandes problemas con los que se encontró fue su deseo de reformar la orden de las carmelitas pues las reglas se habían relajado y los conventos eran como centros de reunión de las damas y caballeros de la ciudad, además las religiosas podían abandonar la clausura al menor pretexto. Como en todas las reformas, aquí también hubo personas que aprobaron el proyecto y detractores del mismo. La lucha fue dura, pero Santa Teresa no perdió la paz en medio de las persecuciones y acusaciones a las que se vio sometida y siguió encomendando a Dios el asunto. Y la reforma llegó y no sólo para las religiosas, algunos frailes también estuvieron de acuerdo en abrazar la reforma, uno de ellos, Juan de Yepes, más conocido por el nombre de Juan de la Cruz, le ayudó a fundar el primer convento de carmelitas descalzos en Duruelo. La vida de este fraile, que también llegó a alcanzar la santidad, la relata Caboblanco y así quedan reflejadas las historias de los dos místicos españoles más famosos.

Muere Santa Teresa en Alba de Tormes, el 4 de Octubre de 1582, teniendo lugar su canonización en 1622.


¡Cuán triste es, Dios mío,
La vida sin ti!
Ansiosa de verte
Deseo morir.

Carrera muy larga
Es la de este suelo,
Morada penosa,
Muy duro destierro.
¡Oh dueño dorado!
sácame de aquí.
Ansiosa de verte
Deseo morir.
……………


31 Comments:

Blogger Luis Caboblanco said...

Hola Leo, veo que cada vez coincidimos más en la temática de lo post ¡Qué casualidad!. Teresa nos demuestra que el amor tienen miles y miles de manifiestaciones, y que no tiene porqué focalizarse en un ser humano en concreto - aunque es más divertido, reconozcámoslo...

marzo 04, 2006 6:56 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo primero iba a decir que me parecía súper buena idea que se pusieran de acuerdo para complementarse caboblando y tú, pero he visto que no es así. ¡Eso es mejor!
Y bueno, esto me gustó:
"Cuán triste es, Dios mío,
La vida sin ti!
Ansiosa de verte
Deseo morir"
Aunque debo decir que, que fuerte es ese sentimiento... muy fuerte. En fin, sin duda una historia intensa la de Santa Teresa.
Un abrazo!

marzo 04, 2006 7:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y todo esto acompañado de una foto de " el éxtasis de Santa teresa", de Bernini......tu si que sabes.

Un saludo, leo

marzo 04, 2006 10:15 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

desde luego haceis un gran duo, pues nos informais doble.. gracias a los dos besos

marzo 04, 2006 11:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me resultó un personaje entrañable y altamente sugerente.
Una mujer única y de un gran carácter, independientemente de su connatación de santidad y mística universal...
Bicos.

marzo 05, 2006 12:10 a. m.  
Blogger Matías Zelick said...

Me voy ya mismo a leer lo de Caboblanco... con tantas colaboraciones, deberían quizá crear un blog común.
Un abrazo!

marzo 05, 2006 6:08 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias Leo por este acercamiento a una escritora que se encuentra entre mis "citados habituales".

marzo 05, 2006 8:41 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

En una ocasión vió un angel que llevaba en la mano una espada de oro. "Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me atravesaba las entrañas y cuando sacaba la espada, parecía que estas se me escapaban con ella y me sentía arder de amor por Dios". Santa Teresa anhelaba morir pronto para unirse con Dios. A este propósito escribió: "La única razón que encuentro para vivir, es sufrir y eso es lo único que pido para mí". Dicen que se le hizo la autopsia y tenía en su corazón la cicatriz de una herida larga y profunda.
Un abrazo.

marzo 05, 2006 9:11 a. m.  
Blogger Mayte said...

Una vida dificil e interesante sin duda, la inspiración tiene mil colores que derivan incluso en la fe.

Debio ser duro que sus visiones en las que ella creia fielmente, fueran consideradas casi como una locura, debio ser una mujer con mucha fortaleza interna.

Un bikiño Leo y buen inicio de semana.

marzo 05, 2006 10:15 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Caboblanco – Tienes razón, creo que sentimos predilección por los mismos temas y es muy agradable encontrar a alguien que coincide con los gustos de uno.
Si, el amor se puede manifestar de muchas maneras, creo que el amor de Santa Teresa por Dios era inmenso aunque ya hay gente que piensa que ese amor en realidad iba dirigido a alguien mas humano que divino; yo de todas formas no lo creo.
:-))) Puede que si el amor se focaliza en un ser humano concreto sea mas divertido, pero no se si tan rentable.

Diego – No dudes que la historia de Santa Teresa es muy intensa y no siempre fácil de comprender.
En cuanto a las colaboraciones con Caboblanco, claro que era así, fíjate que cuando lo hacemos, siempre aparece un vínculo en algún momento que lleva a la página del otro.

Dianora – Tuviste suerte de poder asistir a ese recital de poesía creo que la pena es que se prodigan poco; me hubiera gustado asistir.

Aitor – Se me olvidó poner el título del autor, creo que es una representación que venía ni que pintada para este artículo.

Natalia – Me alegra que os gusten estas colaboraciones, para mi es un placer colaborar con Caboblanco.

Muralla – Su carácter debía de ser bastante difícil de aguantar para las personas que estaban a su alrededor, yo personalmente no creo que me pudiera llevar muy bien con ella, lo que no quita que reconozca su valía.

Matías – Lo del blog común no se me había ocurrido, quizás no es mala idea.

Consumidorirritado – Con este tipo de literatura pasa como con la música clásica que todo el mundo que no la conoce cree que es aburrida, pero cuado se conoce entonces gusta.

Un jubilado – Muy interesante tu aportación al tema, es tanto lo que hay que contar sobre la santa que resumirlo en un folio o poco más es imposible.

Azul – Si, su vida no fue fácil, ni por su mala salud, ni por su temperamento y mucho menos por la época en la que transcurrió su vida.

marzo 05, 2006 11:56 a. m.  
Blogger almena said...

magnífico tándem el que formais Caboblanco y tú al alimón.
He recorrido algunos de los lugares en los que ella vivió y, al igual que me ocurrió con Juan de la Cruz (quizá mi sugestión, decía), se siente algo especial.

Un beso, Leodegundia.
Y que tengas un domingo feliz.

marzo 05, 2006 12:19 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo: aquí llevo un rato disfrutando de tu texto y conociendo mejor la vida de Santa Teresa de la que algo conocía pero no tan ampliamente como aquí nos muestras.
Muchas gracia sy muchos besos

marzo 05, 2006 1:10 p. m.  
Blogger Anazia said...

Buena sincronización, así da gusto leeros. Gracias.

marzo 05, 2006 2:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Anda, yo también creí que os poníais de acuerdo y me parecía genial...

Bueno, sea como sea, el resultado sigue siendo fascinante. Aunque yo de los místicos no conservo buenos recuerdos, ya que me traen a la memoria los momentos más agotadores de mis estudios de literatura. Ya sabes, por obligación no es igual de divertido...
Un beso!

marzo 05, 2006 6:00 p. m.  
Blogger lil said...

Me ha gustado tu artículo, Leo. Es cierto que la espiritualidad del siglo XVI y la de nuestra época poco tiene que ver en la forma, pero en el fondo tienen muchos puntos en común.... Lo interior, ese contacto con lo divino, satisface tanto, que lo externo queda relegado a un segundo plano; es una relación de tú a tú con lo divino, quizá más lógica y más abierta actualmente. Se puede ser un místico en la vida cotidiana, sacralizando todos nuestros actos sin tener que recluirse en un convento...
La literatura mística me encanta y tiene para mí un valor especial,además de la belleza que encierra, el de reflejar algo tan difícil de expresar como es ese contacto tan particular, tan íntimo, tan trascendente y que el lector lo sienta y pueda llegar a vislumbrarlo.

Un abrazo

marzo 05, 2006 9:36 p. m.  
Blogger Verso said...

Preparada para el exámen ;-)

Su prudencia, amabilidad y caridad, a las que añadía un gran encanto personal, le ganaron la estima de todos los que la rodeaban. Según la reprobable costumbre de los conventos españoles de la época, las religiosas podían recibir a cuantos visitantes querían, y Teresa pasaba gran parte de su tiempo charlando en el recibidor del convento. Eso la llevó a descuidar la oración mental y el demonio contribuyó, al inculcarle la íntima convicción, bajo capa de humildad, de que su vida disipada la hacía indigna de conversar familiarmente con Dios

Poco después de la muerte de su padre, el confesor de Teresa le hizo ver el peligro en que se hallaba su alma y le aconsejó que volviese a la práctica de la oración. La santa no la abandonó jamás desde entonces. Sin embargo, no se decidía aún a entregarse totalmente a Dios ni a renunciar del todo a las horas que pasaba en el recibidor y al intercambio de regalillos

A la santa le atraían mas los Cristos ensangrentados y manifestando profunda agonía. En una ocasión, al detenerse ante un crucifijo muy sangrante le preguntó: "Señor, ¿quién te puso así?, y le pareció que una voz le decía: "Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa". Ella se echó a llorar y quedó terriblemente impresionada. Pero desde ese día ya no vuelve a perder tiempo en charlas inútiles y en amistades que no llevan a la santidad.

Datos tomados de éste enlace. :http://www.corazones.org/santos/teresa_avila.htm

Estoy aprobada, Seño? ;-)
Besinosss

marzo 06, 2006 12:10 a. m.  
Blogger Legabal said...

Teresa de Avila, una mujer con carácter. Santa Teresa de Jesús, alguien que ha sido modelo para otras mujeres con personalidad ( Santa Teresa de Calcuta ).
Santa Teresa y San Juan, me atrevería a decir los dos mejores poetas místicos. El dos es mágico. Saludos.

marzo 06, 2006 12:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

En esta ocasión el tema no me era desconocido puesto que la figura de esta religiosa la he leído (no en vano mi madre se llama del mismo modo). Aunque quizá su imagen tiende a presentársenos como benévola y, por medio de libros de narrativa historica, como el de "La dama de Éboli", esta imagen se me ha ido desvirtuando. Parece que tenía un gran caracter.
Yo estas visiones de Santa Teresa, creo que eran ocasionadas por lo que actualmente se conocen como transtornos bipolares. A ver ahora en la versión cinematográfica que se estrenará en breve, que tratamiento le dan.
Un abrazo Leo.

marzo 06, 2006 12:35 p. m.  
Blogger Miguelon said...

Leo, la vida de santa teresa de jesus es Interesantisima, si en lugar de haber nacido en España, hubiera nacido por ejemplo en EEUU o Francia, no pararían de hacerse libro o peliculas. (estuvo muy bien la serie de Concha velasco,pero quiza no es suficiente para dar a conocer a santa teresa en estos tiempos). Muchas veces no valoramos lo que tenemos.
besos

marzo 06, 2006 1:07 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Almena – Me alegra que te guste el tandem como tú lo llamas, estas colaboraciones son muy agradables.

Trini – La vida de Santa Teresa es tan intensa que resumirla es difícil, pero bueno, creo que siempre se encuentra algo nuevo.

Anazia – De nada, encantada con que te resulte ameno.

Cris – Pues claro que nos ponemos de acuerdo, fíjate que en algún momento del artículo, hay un enlace hacia el blog del otro.
Siempre dije que tanto la Literatura como la Historia se deben de enseñar de forma amena para que los niños no las rechacen.

Andrea Recol - :-)))) Como ya lo expliqué, no lo es, de vez en cuando colaboramos para realizar algún trabajo.
El tipo de amor que sentía Santa Teresa no es una amor que se puede juzgar a la ligera, quizás en los tiempos que corren no sea frecuente que se de.

Kuan – Se que lo de la espiritualidad lo entiendes perfectamente, basta con leer lo que escribes y aunque hoy haya gente que lo comprenda, es más raro quizás por el tipo de vida que se lleva, demasiadas prisas y demasiado materialismo.

Incondicional – :-))))) Por supuesto que estás aprobada y además con buena nota, se ve que te lo tomas en serio y haces los deberes; yo también intento hacer los míos en los temas que tú expones, pero o soy menos aplicada o sencillamente mi cabecina no da para más.

Legabal – Estoy de acuerdo y por eso los elegimos, creo que son los mejores representantes del misticismo español.

Mardolo –No hay duda de que Santa Teresa es un personaje controvertido y cada uno lo interpreta como le parece, en lo que si creo que todos están de acuerdo es que tenía un carácter variable y difícil.

Miguelón – Quizás la mejor manera de comprender bien la vida de Santa Teresa es leyendo su autobiografía y además intentando ponerse un poco dentro de la época en la que ella vivió pues es muy necesario conocer el entorno en el que transcurrió su vida.

marzo 06, 2006 5:15 p. m.  
Blogger @Intimä said...

Santa Teresa y el amor en todas sus vertientes.
BEllo escribir al amor, limpio y fresco se procesa.
Besitos Leo.

marzo 06, 2006 5:46 p. m.  
Blogger Ogigia said...

estoy de acuerdo con caboblanco, totalmente... ah, qu eme gustan tus textosssssssss

marzo 06, 2006 8:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es muy complicado esto de los sant@s, porque habría que preguntarse: ¿fueron felices en su vida, o no era este su objetivo? O tal vez en su sufrimiento estaba su felicidad, esperando la recompensa del cielo. ¿Alcanzaron una vez muertos ese cielo imaginado?

Un abrazo

marzo 07, 2006 12:33 a. m.  
Blogger Raúl said...

Qué hermosas sensaciones debían invadir a esta religiosa para escribir con tanta pasión y con tanta belleza.

Ha sido un placer conocer un poco de esta interesante mujer, de la que no sabía practicamente nada.

Saludso,

marzo 07, 2006 12:35 a. m.  
Blogger Tastavins said...

Vaya! estais inconscientemente conectados.
Esa negación de la vida con el "muero porque no muero" y las mortificaciones a las que se sometía siempre me han producido un poco de extrañeza, por llamarlo de alguna forma. Bien es cierto, que hay que entenderlo en su contexto y según sus creencias de que la verdadera vida venía luego. Además eso no quita para que la considere una gran mujer y sus escritos me parezcan muy hermosos.
Una vez estuve visitando el monasterio donde vivió Santa Teresa y me encantó, me chocó a modo de curiosidad que usase un tronco de almohadón.
Salu2!

marzo 07, 2006 11:18 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que muero por que no muero..

Que recuerdos de mis tiempos de estudiante...recuerdo en especial el comentario despectivo que hizo el profesor de historia (un progre pasado de vueltas) que afirmó en clase que Santa Teresa tomaba opiáceos; enterado el de literatura de su comentario...sólo te diré que la discusión se oyó hasta en la calle.

Muchos besos querida amiga

Adrià

marzo 07, 2006 12:55 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Darilea – La pena es que algunas personas no interpretan bien el tipo de amor al que hace referencia la santa.

Ogigia – Pues si te das una vuelta por su página, también te gustará.

Julio - ¿Quién puede contestar a todas esas preguntas?, quizás sólo ellos puedan contestar, la felicidad es muy relativa ya que no es lo mismo para todo el mundo.

Raúl – Para escribir con tanta pasión, se necesita sentir de una forma muy profunda y no hay duda de que Santa Teresa sentía con esa intensidad.

Tastavins - :-)))) Yo no diría que tan inconscientemente conectados, estos son trabajos en colaboración.
Tienes razón, estas personas pensaban más en la vida que estaban convencidos que existía después de la muerte.

Adrià – “Que muero porque no muero” creo que es la frase más conocida de los versos de Santa Teresa, es una pena que otros quizás mejores que este sean prácticamente desconocidos.

marzo 07, 2006 1:48 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Fuí hace unos años a Ávila y pasé por esos lugares, pero desconocía su historia...

Un abrazo.

marzo 07, 2006 7:38 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Brisaenlanoche - Ahora, si vuelves otra vez, seguro que verás el sitio de otra manera.

marzo 08, 2006 2:28 p. m.  
Blogger carlitos said...

es interesante esta pequeña biografía de Sta. Teresa, paso por muchas cosas, sus visiones cosas del "demonio" era normal para esa época. Como dijo diego es una historia intensa. Y la de muchas personas más de este tipo

marzo 11, 2006 4:52 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Carlos - Tienes razón, la vida de Santa Teresa fue muy intensa y yo sólo pude poner un pequeño resumen.

marzo 11, 2006 10:50 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home