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jueves, septiembre 08, 2005

Ansia de poder


El ansia de poder es en algunas personas tan desmedido, que para conseguirlo no dudan en pisotear cualquier derecho, en traicionar, en sufrir o en exponer la vida ajena e incluso la propia. Para poner un ejemplo de esta conducta irracional desde mi punto de vista, elegí a un personaje poco conocido que intentó hacerse con la corona del reino astur sin medir las consecuencias.

Alfonso II, que carecía de hijos, designa como heredero a su primo Ramiro, devolviendo de alguna manera la corona al que hubiera sido el legítimo heredero de Bermudo antecesor de Alfonso ya que, tras el desastre de Burbia a manos del general Yusuf ibn Buijt y su ejército cordobés, Bermudo había decidido abandonar un trono que en realidad nunca había querido, designando a Alfonso para sucederle.

Pues bien, cuando Ramiro obtiene la corona, ya era mayorcito, debía de tener unos cincuenta años aproximadamente. Viudo de su primera esposa, de la que no conocemos nada aparte de que tuvieron un hijo llamado Ordoño, decidió casarse de nuevo y para ello se dirigió a Bardulia a buscar a su esposa, Paterna (de esta por lo menos conocemos el nombre), y en su ausencia, el conde palatino Nepociano, nuestro personaje, decidió invalidar la elección de Ramiro y autoproclamarse rey.

¡Qué satisfacción debió de sentir cuando se colocó la corona!, claro que no debió de ser mayor que el cabreo de Ramiro cuando se enteró que después de esperar tanto tiempo (Alfonso II reinó durante cincuenta y dos años) ahora venía este zoquete y sin haberle dejado estrenarla, se la había quitado. Demostrando su inteligencia y dominando su rabia, Ramiro en lugar de volver directamente a Oviedo para recuperar lo que era suyo por ley, se dirigió a Lugo donde tenía muchos partidarios y formando un gran ejército se dirigió al encuentro de Nepociano que con un ejército de asturianos y vascos quiso enfrentarse a él. El encuentro tuvo lugar junto a un puente sobre el río Narcea, se cree que a la altura de lo que hoy es Cornellana, pero comenzado el combate, Nepociano fue abandonado por sus acompañantes y tuvo que huir, pero al llegar a la provincia premoriense (comarca de Piloña) fue capturado por dos condes que lo habían perseguido, Escipión y Sonna. El castigo para el usurpador de la corona fue la pena de ceguera, castigo al uso en aquel tiempo y cuya escena se puede ver representada a menudo en los códices altomedievales en la que figura el reo de pie con las manos atadas y el verdugo que le saca los ojos con un largo hierro. Este castigo ya tenía que haberlo tenido en cuenta Nepociano pues como digo era muy corriente en la época, pero su ansia de poder debió de nublarle la memoria. Ramiro le premió además con una estancia totalmente gratuita en un convento y allí se dice que terminó sus días.
Pero si os creéis que Nepociano había aprendido la lección os equivocáis. Cuando Ramiro creyó que al fin había puesto orden, llegaron los normandos que arribaron a nuestras costas y Nepociano, que no había escarmentado, aprovechando la coyuntura de que el rey tenía que ir a defender el territorio, volvió a las andadas e involucró a dos condes, Aldroito y Piniolo para sublevarse contra el rey y de nuevo Ramiro tuvo que dejar bien claro de quien era la corona, y Aldroito perdió los ojos y Piniolo perdió algo más, su vida y la de sus siete hijos; la verdad es que Ramiro debía de estar hasta la coronilla de tanto afán por quitarle la corona.

Y yo me pregunto, sabiendo el tipo de castigos que se imponían por conspirar y que entonces no se andaban con chiquitas ni había abogados que todo lo lían para sacar libre al culpable ¿cómo es que osaban intentar algo tan grave como arrebatarle la corona al rey? ¿tanta fuerza tiene el deseo de poder?, imaginaros por un momento lo que sería que te sacaran los ojos sin anestesia ninguna, ¿merece la pena tanto dolor por una coronuca de nada?. Pues aunque yo no lo entienda alguna fuerza poderosa arrastra el ansia de poder y si no que se lo pregunten a los reyes godos que la mayoría dejaron esta vida mucho antes de lo previsto por ellos, alguno incluso casi sin llegar a probarse la corona, como Sigerico al que le duró siete días, o Recaredo II que a los dos meses moría en extrañas circunstancias; era un continuo “quítate tú que me pongo yo”, pero de estos hablaremos otro día pues su historia es muy interesante.

37 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La envidia e mu mala, estos se pensaban que siendo reyes estarían mejor.
Pues no se yo, y aun por encima el intento les llevaba a una operación sin anestesia.
Que dolor!!1

septiembre 08, 2005 9:43 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Imagino que de la misma manera en que, en esos países en los que a los ladrones se les cortan la manos, a pesar de todo sigue habiendo ladrones.

Los seres humanos somos muuuy tozudos y arrogantes. No creo que sea sólo el ansia de poder. En tiempos romanos también se les aplicaban castigos muy bárbaros a quienes se rebelaban, y aún así, no fueron pocos los que lo intentaron...

septiembre 08, 2005 10:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El ansia de poder creo que se debe a poder disponer de la vida del otro a tu voluntad, aunque el que ansía el poder debe saber que por mucho poder que tenga siempre será mortal, y su poder es efimero.

Un beso.

septiembre 08, 2005 10:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Descubrirte ha sido un lujo. Leerte es un placer. Mira por dónde recupero parte de mi historia, me recuerdas a una amiga, profesora en La Uni de Oviedo, ambas teneis la misma facilidad para captar la atención.
Besín. :-)

septiembre 08, 2005 11:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El poder es cegador y cuanto más tienes más quieres, no hay que irse muy lejos para encontrar personas de este tipo.
Me ha encantado como lo has explicado.

Un beso

septiembre 08, 2005 11:17 a. m.  
Blogger Tastavins said...

Uf! que dolor sólo de pensarlo. Es que antes eran muy brutos... Bueno, y ahora también según donde y con quien te encuentres...

El ansia de poder es una constante en la historia del ser humano, y parece que la gente se deslumbra tanto que es incapaz de ver los riesgos. Personalmente, me da rabia el hecho de que los que ostentan el mando sólo vean en sus tropas números y medios para sus fines y no seres humanos a los que les arrebatan la vida.

Sobre los reyes godos hay un libro de Juan Antonio Cebrián, el de "La Rosa de los Vientos", que está muy bien. Se llama "La aventura de los Godos"

septiembre 08, 2005 11:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Podré tener envidia, pero sana, jamás haré nada malo para posponerme ante alguien ;)

Bechitos Leo

septiembre 08, 2005 11:41 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Interesante post Leo.
La verdad es que esto también nos lleva a conocer un poco por ejemplo de donde salen expresiones como p.ej. "A rey muerto, rey puesto".
El poder es para este tipo de personas una forma de sentirse dioses. De saberse superiores a los otros.
Ese placer insano debe ser el motivo de llegar a dar hasta su propia vida por conseguirlo.

Fíjate sino que hay gente que prefiere "morir de pie a vivir arrodillada".
Saludos,

septiembre 08, 2005 1:17 p. m.  
Blogger almena said...

mmmm ¿será por eso que llaman "la erótica del poder"?. No sé, pero los ejemplos del ansia de poder llegan hasta nuestros días... En la política, en la empresa, en las instituciones... hasta hay quien se vuelve loco por ser presidente de la comunidad de vecinos uffff

Gracias por ser a la vez didáctica y amena, amiga Leodegundia.
Un beso

septiembre 08, 2005 2:45 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desde luego que a cabezota no le gana nadia a Nepociano....
Esto me recuerda a algo parecido, que el dinero no conoce amigos ni familia...
Prque sera que codiciamos tanto los bienes materiales????
Besos de la familia

septiembre 08, 2005 2:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Genial tu Post.
Pues sí ael ansía de poder, la lucha por las coronas aunque sean de plástico, eso viene con el hombre.

Cuantas historias a lo largo de los siglos de este estilo.

Interesante tu lección como siempre Leo. Me gusta mucho la Historia y tú la cuentas fácil de entender para mi.

PD:Como esperaba la Virgen de Covadonga me he hecho hoy un buen regalo.

Besos mil

septiembre 08, 2005 3:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola.
Igual que a Marrakech me sorprendieron esos nombres,(Aldroito y Piniolo pués jamás supe de su existencia.
La codicia por el poder todavía por desgracia hace que muchas personas caigan en ser perversos y llevarse a cualquiera que se ponga por delante.
Que lástima.
Pd. El año pasado tuve la suerte de pasar mis vacaciones en Asturias (concretamente en Muros de Nalón) un lugar donde la Naturaleza creo que encontró el lecho donde descansar.
Realmente una bendición conocerla.
Un beso.

septiembre 08, 2005 3:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A Nepociano, como a muchos otros, le cegó la codicia y mira por donde codicia y ceguera le durarían para siempre.

septiembre 08, 2005 4:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El poder o las ansías de poder llevan a los quienes lo poseen a no tener límites, siempre se quiere más y las consecuencias, o el modo de obtenerlo se vuelve secundario, lo importante es seguir acrecentandolo a pesar de quien sea.

El ejemplo más claro que se me viene a la mente, Hamlet, llena de traición, muerte ambición y poder...y todo por una corona.

Biko :)

septiembre 08, 2005 4:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bueno, tú cuentas lo que es el poder con ejemplos históricos (muy interesantes y culturizantes) y yo teorizo más. A mi me ha encantado tu post, muy bien hecho como todo lo que escribes y la información que nos trasladas ¡Todo un mérito!

Cuando uno no tiene ansias de poder, no entiende cómo otros llegan a morir por poder. En la Edad Media, la vida tenía menos valor que ahora(igual que ocurre en el Tercer Mundo y a veces en algunos lugares del Primer Mundo).

Como occidentales del siglo XXI valoramos mucho la vida por lo que ya no tiene sentido morir por arrebatarle el poder a otro. Pero en otros tiempos sí, probablemente porque era eso (el poder), o la alternativa de una vida miserable. Te tengo que enlazar..A ver como me las apaño..Besos Andrea

septiembre 08, 2005 4:37 p. m.  
Blogger Anazia said...

El Ansia de poder es ilimitado para algunas personas, como bien dice Elen, cuanto más tienes más quieres. Una vez probado lo que es ser rey, y ya habiendo perdido y sufrido tanto, qué perderia realmente si lo vuelve a intentar? No perdería nada, porque ya está castigado, y ganaría mucho si lo consigue, porque ya lo ha probado.

El verdadero Poder consiste en poder hacer algo y ser capaz de decir No.

septiembre 08, 2005 5:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Leo:
Pasmado me deja tu erudición, ¿eres profesora de historia o solo aficionada?.
Lo cierto es que, además de la historia, llevas Asturias en el corazón.
El poder es algo que siempre ha generado problemas, guerras e infortunios. Por él se miente, se urden conjuras y se traman complots. Por algo se habla de la erótica del poder.
Besos
José Sans

septiembre 08, 2005 6:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Dicen que el poder corrompe
dicen que es como una droga
.................
y como nos enseñas eso no es nuevo.


Gracias por tan magnifico relato

septiembre 08, 2005 8:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Las emociones que generan el ansia de poder deben ser de tal intensidad que los que las sufren, porque, no creo que las disfruten, pierden completamente el norte y traicionan a quien se les ponga por delante, principalmente a ellos mismos...

Me ha encantado el artículo, me voy sabiendo algo más de Asturias.

Un abrazo grandote :)

septiembre 08, 2005 8:30 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo, como puedes ver ya he vuelto. Y como siempre tus post me encantan. Espero leer los anteriores durante el fin de semana. En cuanto a lo de las ansias de poder y usurpaciones de ocronas...hecha también un vistazo a los últimos emperadores de Roma (sobre todo despues de la división entre Oriente y Occidente) y ya verás.

Un beso muy grande y gracias de nuevo por tu aliento en mi "asunto".

P.d. Se que no tienes ansías de poder ni mucho menos...pero tienes en mí un firme partidario para coronarte Princesa de Asturias ;)

septiembre 09, 2005 3:31 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

HAGÁMONOS TODOS REPUBLICANOS!!!!

Jeje un beso preciosa!!!

septiembre 09, 2005 6:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

No te creas que han cambiado tanto las cosas. Ahora los métodos son otros pero las ansias de poder son las mismas. La ceguera sigue existiendo, lo que pasa es que algunos políticos ya la traen de serie. Y lo peor de todo es que la contagian a algunos de sus votantes.
El poder.... Habría que buscar islas desiertas y destinar allí a algunos conocidos con su corona para que sean poderosos y que nos dejen vivir en paz.

septiembre 10, 2005 1:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La avaricia de poder del ser humano se corrompe muy fácilmente, no comprendo pues el poder no dura toda la vida solo un lapso o ciclo de vida, mismo vemos ejemplos de ese tipo en los pártidos políticos, que pena que lleguemos aesos estribos por un poco de poder un poder que cesará algún día.

Un beso

septiembre 10, 2005 3:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

El ansia de poder forma parte de las miserias humanas. Como el ansia de dinero, de fama. A veces se juntan todos en una sola persona. Es la avaricia lo que lo corrompe.
Ahora no gira alrededor una corona. Muchas veces lo vemos en las declaraciones de aquellos que trabajan en el congreso, en los parlamentos o en los senados.

Un abrazo

septiembre 10, 2005 5:08 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Impresionante la historia, ejemplo extremo de adonde puede llevar un hombre su ansia de poder, este mezquino personaje debería tener en muy alta consideración el símbolo que perseguía, quizá ( y me meto en ciénagas psicológicas) se sentía tan vacío y miserable por dentro, que necesita el máximo oropel exterior para poder equilibrar, a costa de lo que sea...
Un abrazo.

septiembre 10, 2005 6:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nadie se da cuenta que puede emborracharse de poder, hasta que lo tiene, eso es lo más triste. Pocas medidas preventivas se pueden tomar... Muchas gracias por tus palabras de ánimo, saludos!

septiembre 10, 2005 8:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El ansia de poder..la envidia..la ambición...malas consejeras...
Supongo que debe dar un "subidón" cuando lo tienes..por eso hacian cualquiercosa por tenerlo.
Besitos.

septiembre 11, 2005 11:36 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Uys hay que tener memoria histórica, si....porque lo estamos viendo actualmente, las ansias de poder perduran a lo largo del tiempo....una pena.
Un besazo!!

septiembre 11, 2005 4:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Si es que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra........
Besos.
Nairoa

septiembre 13, 2005 9:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé si será el poder o el querer hacerse un huequecito en la historia y hacer, que así, tu recuerdo perdure en el tiempo más allá de tu vida para conseguir de alguna manera la inmortalidad...

septiembre 13, 2005 11:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mh... me gusta cuando tus post me enseñan cosas...

y yo sigo intentando descifrar tu profesion a traves de tus palabras...

:)

septiembre 14, 2005 1:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

algo magico debe tener... cuando todos lo ansian ... y se llega a asumir grandes riesgos por conseguirlo ... quizas sea la eterna ambicion humana de siempre ser algo mas, tener algo mas, o llegar mas lejos... sin esa ambicion ... no hubisen existido ... ALEJANDRO MAGNO, ANIBAL, JULIO CESAR o RAMSES II ... todos ellos han pasado a la historia y han sido admirados ... su impluso vital siempre fue la ambicion, poder e inmortalidad de su figura ... quizas ese ansia de gloria lleva a considerar el poder como un gran talisman.

septiembre 15, 2005 11:11 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Y a Liuva II, que le cortaron la mano derecha? Creo que fue Viterico. No bastaba con que los oportunistas ansiaran el poder y si perdían les ocurría lo que tu cuentas, sino que al revés era lo mismo. En ocasiones el que se sublevaba, si ganaba, también imponía severo castigo al rey depuesto. NO estoy seguro de si ese fue el motivo por el que este rey visigodo perdió la mano, pero me parece que así fue. Y al poco tiempo, murió asesiando también.
Seguro que tu lo sabes mejor que yo ;o)
A mí es que todas estas historias de los reyes de España me fascinan mucho.

septiembre 20, 2005 8:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias, como siempre, por enseñarnos algo nuevo. No sé, lo que puede llevar a la gente a desear el poder, pr es cierto q el dinero y el poder vuelvo loco a los hombres. besos

septiembre 21, 2005 1:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nepocianu I d'Asturies nun yera un rei ilexítimu. Las actuales investigaciones asina lo afirmen. Yera pariente d'Alfonsu II, casáu con una hermana o con una fía del propiu rei y tenía l'apoyu de tola Corte asturiana, de los ástures y de los vascones. lo cierto ye que Ramiro ganó esa guerra y venció a Nepocianu I poal fuerza de les armes pero lo cierto ye que Nepociernu foi efectivamente rei d'Asturies nel añu 842 hasta que Ramiru lu pieslla nun conventu del que como se diz siguií intentando recuperar la so lexítima corona asturiana. Napocianu yera descendiente de Pelayu y según la tradiciçon pelayana la herencia va per vía femenina, la llinia de la familia del rei Alfonsu II del que Nepocianu I yera cúñáu o xenru.

junio 30, 2009 3:54 a. m.  
Blogger El Artesano said...

Hace un par de días escuché a Zapatero (Presidente del Gobierno) referirse a los “poderosos” como apelando a su sensibilidad. ¡Qué inocente! Le faltó poco para utilizar otro adjetivo, pero no lo encontró.
Os ruego e invito a que empecemos todos a utilizar el adjetivo adecuado (Con todo lo que eso implica). Vosotros los periodistas sabéis la importancia que tiene el lenguaje. No podemos dejar que las hojas, las ramas y los árboles no nos dejen ver el bosque.
Si no terminan de funcionar los tres poderes (Legislativo, Judicial y Ejecutivo), solo nos queda el Cuarto Poder: los medios de comunicación. Si esto tampoco funciona solo nos quedará el suicidio (ideológico).
Lo que aquí expongo es la síntesis de un trabajo que hice en forma de ensayo en el año 2000 de unas 140 páginas y que sin ser sociólogo, ni economista, ni antropólogo, ni gurú de ningún tipo, denuncié lo que está pasando en estos momentos. Un simple artesano (eso sí, manual y del pensamiento), vio lo que los “profesionales” no supieron ver. (Vamos, que lo veía un ciego).


PODERÓPATAS: LA PATOLOGIA DE LOS LÍDERES

O

Los Compulsivos del poder.
El verdadero azote de la humanidad a través de todos los tiempos.

.
Es probable que etimológicamente se les debiese llamar poderóticos o poderomaníacos. Tal vez con raíces griegas o latinas. No importa, lo que está claro es que todo el mundo se extraña cuando lo oye por primera vez pero lo entiende “poderópatas”. Y, éste es el objetivo.
El adjudicarles un adjetivo implica que habríamos dado el primer paso, el más difícil: “caer en la cuenta de” que la humanidad tiene un problema muy grave, y por lo tanto se reconoce su existencia. A partir de ese momento tendríamos la posibilidad de solucionarlo, y el salto cualitativo del humano en su vertiente social, sería enorme, sería un avance titánico.

Poderópata: Dícese del individuo/a que padece una neurosis obsesivo-compulsiva por el poder en cualquiera de sus manifestaciones (económica, espiritual, empresarial, política, familiar, militar y/o el poder en sí mismo.) como mecanismo de compensación de su miedo e inseguridad. Su vida se vuelve infeliz o dolosa si no obtiene lo que desea: “el poder”.
Su fin justifica los medios y por lo tanto, son poco o nada sensibles a los conceptos éticos y morales.
Jamás tienen suficiente.
Normalmente en su primera etapa del desarrollo no sufren una pérdida de contacto con la realidad y por lo tanto no se les puede definir como sicóticos; sin excluir que mas adelante desarrollen algún brote.
La poderopatía puede degenerar en psicopatía si se dan las circunstancias adecuadas: conseguir impunidad o creerse impunes de sus actos.
Síntomas personales y sociales de la poderopatía cuando un poderópata consigue autentico poder político. (El más grave por su trascendencia a terceros.)
- Corrupción.
- Abuso de poder.
- Ocultación de la verdad.
- Manipulación de todos los medios y formas de comunicación.
- Conspiración a favor de otros poderosos que le apoyan.
- Conspiración orquestada para manipular a los ciudadanos, empleados, familiares o cualquier otro grupo social.

Desplazan o corrompen a los auténticos líderes utilizando todo tipo de triquiñuelas, mentiras y trampas y desgracian las estructuras sociales.
Llamar las cosas por su nombre facilita mucho su comprensión y, por lo tanto, su posible solución,
Ruego me ayudéis a difundirlo, a divulgarlo.
El Artesano.

octubre 15, 2009 8:23 p. m.  
Blogger El Artesano said...

Hace un par de días escuché a Zapatero (Presidente del Gobierno) referirse a los “poderosos” como apelando a su sensibilidad. ¡Qué inocente! Le faltó poco para utilizar otro adjetivo, pero no lo encontró.
Os ruego e invito a que empecemos todos a utilizar el adjetivo adecuado (Con todo lo que eso implica). Vosotros los periodistas sabéis la importancia que tiene el lenguaje. No podemos dejar que las hojas, las ramas y los árboles no nos dejen ver el bosque.
Si no terminan de funcionar los tres poderes (Legislativo, Judicial y Ejecutivo), solo nos queda el Cuarto Poder: los medios de comunicación. Si esto tampoco funciona solo nos quedará el suicidio (ideológico).
Lo que aquí expongo es la síntesis de un trabajo que hice en forma de ensayo en el año 2000 de unas 140 páginas y que sin ser sociólogo, ni economista, ni antropólogo, ni gurú de ningún tipo, denuncié lo que está pasando en estos momentos. Un simple artesano (eso sí, manual y del pensamiento), vio lo que los “profesionales” no supieron ver. (Vamos, que lo veía un ciego).


PODERÓPATAS: LA PATOLOGIA DE LOS LÍDERES

O

Los Compulsivos del poder.
El verdadero azote de la humanidad a través de todos los tiempos.

.
Es probable que etimológicamente se les debiese llamar poderóticos o poderomaníacos. Tal vez con raíces griegas o latinas. No importa, lo que está claro es que todo el mundo se extraña cuando lo oye por primera vez pero lo entiende “poderópatas”. Y, éste es el objetivo.
El adjudicarles un adjetivo implica que habríamos dado el primer paso, el más difícil: “caer en la cuenta de” que la humanidad tiene un problema muy grave, y por lo tanto se reconoce su existencia. A partir de ese momento tendríamos la posibilidad de solucionarlo, y el salto cualitativo del humano en su vertiente social, sería enorme, sería un avance titánico.

Poderópata: Dícese del individuo/a que padece una neurosis obsesivo-compulsiva por el poder en cualquiera de sus manifestaciones (económica, espiritual, empresarial, política, familiar, militar y/o el poder en sí mismo.) como mecanismo de compensación de su miedo e inseguridad. Su vida se vuelve infeliz o dolosa si no obtiene lo que desea: “el poder”.
Su fin justifica los medios y por lo tanto, son poco o nada sensibles a los conceptos éticos y morales.
Jamás tienen suficiente.
Normalmente en su primera etapa del desarrollo no sufren una pérdida de contacto con la realidad y por lo tanto no se les puede definir como sicóticos; sin excluir que mas adelante desarrollen algún brote.
La poderopatía puede degenerar en psicopatía si se dan las circunstancias adecuadas: conseguir impunidad o creerse impunes de sus actos.
Síntomas personales y sociales de la poderopatía cuando un poderópata consigue autentico poder político. (El más grave por su trascendencia a terceros.)
- Corrupción.
- Abuso de poder.
- Ocultación de la verdad.
- Manipulación de todos los medios y formas de comunicación.
- Conspiración a favor de otros poderosos que le apoyan.
- Conspiración orquestada para manipular a los ciudadanos, empleados, familiares o cualquier otro grupo social.

Desplazan o corrompen a los auténticos líderes utilizando todo tipo de triquiñuelas, mentiras y trampas y desgracian las estructuras sociales.
Llamar las cosas por su nombre facilita mucho su comprensión y, por lo tanto, su posible solución,
Ruego me ayudéis a difundirlo, a divulgarlo.
El Artesano.

octubre 15, 2009 8:25 p. m.  

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